martes, 28 de septiembre de 2010

SIGUEN SUBIENDO LOS NIÑOS A LAS MOTOS

La prensa de crónica roja ilustró la tragedia que vivió la familia del niño Erwin José, al que se le sumó la muerte de su padre, el señor José Luis Rondón, quien junto con el niño iban en una motocicleta que colisionó, produciendo la trágica noticia. No obstante, la ciudadanía samaria, no todos, pero si la gran mayoría, han hecho caso omiso a la prohibición de llevar niños como pasajeros en las motocicletas, a raíz de la tragedia ocurrida; pero mientras el dinero no alcance para tomar un taxi o no tengamos auto propio y nos de pereza tomar el colectivo, difícilmente no ocurrirá un nuevo hecho que lamentar por la poca responsabilidad que se tiene al transportar los niños en el carro de dos llantas.

Son muchas las veces que he observado como siguen subiéndose a las motos, madres y padres de familia, con 1, 2 y 3 niños, y como si esto fuera poco, también se suben con la bolsa del mercado.

El conductor por ganarse algunos pesitos de más pone en riesgo su vida y la de los demás, siendo corresponsable de una actividad inmadura al permitir que suban niños a las motos, pero si no se preocupa el padre, porque lo haría el conductor, que busca con su trabajo solventar las necesidades de su familia.

Los niños son personas inocentes que están a merced de lo que los adultos quieran hacer con ellos ¡No suba a los niños en las motos!


EL ADICTO TIENE CURA, EL LIDER LO ASEGURA

Blacho ¿saldrá de la droga?

Bladimir López días tras otro recorre las calles del barrio María Eugenia, intenta conseguir lo que a simple vista lo hace ser Blacho; un “bazuquero” potencial. A pesar de su perfil cadavérico y aspecto deplorable, debido a los malos olores y una limitación en su ojo derecho, producida en una riña callejera, disputada en la calle del “Boro” el 17 de abril del año 2010. Esta situación no le impidió con Pedro, su “panita” de causa dejar de “carramanear”. A pesar de ser buscados, los “ñeritos” hacían caso omiso a las persecuciones de la fuerza pública; como también a los ruegos implorados por sus padres quienes les solicitaban a gritos y de todas las formas humanamente posibles dejar la delincuencia.   

La adicción ha hecho de Blacho un drogo-dependiente, corriendo con la misma suerte su valecita Pedro, compañero de guerra como lo expresan coloquialmente cuando coronan una “tavuel”. De aquellos cruces consiguen el dinero para la compra del “contumenio, pichiclin, sustagen” o bazuco como se le conoce en el imaginario colectivo del hampa, sacando mejor provecho el reducidor y el jíbaro, quienes se aprovechan de las actitudes enfermizas de los “chirretes” antes mencionados, induciéndolos a que continúen robando y consumiendo sustancias alucinógenas, siendo estos sujetos personas que exhiben lujosas joyas, con apariencia un poco criminal, cubriendo con el buen vestir y un trato rebacan el negocio lucrativo que produce la compra y venta de artículos robados y el expendio de drogas.

Frente a estos hechos un morador del barrio a quien llaman “el líder “aborda al dúo dinámico, o sea Blacho y Pedro, augurándoles un futuro exitoso lleno de muchos logros, en la medida en que acepten definitivamente dejar el uso del carro o el de la pipa, en otras palabras, dejar el embale, la patineta. Del líder se sabe que fue un drogadicto, tremendamente maquiavélico que en sus épocas de andanzas en la delincuencia libro su mejor batalla dándose cuenta a viva voz que las drogas  libres brinda charlas a jóvenes del barrio, que desean salir del flagelo, ayudándolos a luchar contra la dependencia.

El tuerto, hoy día se encuentra recluido en un centro de resocialización, de nombre Hogar Renacer, Pello fue víctima de los grupos de limpieza que justifican su acción con el argumento de que los drogadictos son ladrones y viciosos- ¡Acaso son los únicos ladrones!

¿Tú que has hecho por un adicto para su recuperación? ¿Saldrá Blacho de la droga?



LUIS MARTINEZ
Cod. 2008140020